El análisis de riesgo es una forma de examinar un peligro a fin de evitarlo o reducirlo determinando la severidad y probabilidad de un daño a la salud humana o al ecosistema por la exposición a un compuesto químico tóxico.
El riesgo toxicológico es estimado al observar el potencial de un compuesto químico específico liberado en el ambiente y el potencial de exposición a él. El riesgo general se estima para el compuesto específico liberado en el ambiente, el método de exposición a el (ruta de exposición) y la cantidad de exposición.
Para una evaluación de riesgo de este tipo se requiere información de una variedad de disciplinas como lo son la toxicología, la epidemiología y la ecología, así como la química, la física y las matemáticas. Se enumeran aquí los aspectos que más comúnmente se incluyen en un análisis de riesgo por sustancias toxicas de acuerdo con la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América (NAS) y se establecen algunos de los elementos necesarios para un análisis de riesgo de toxicológico.
El análisis de riesgo se divide en dos partes, la primera es evaluación de riesgo y la segunda es manejo de riesgo.
La evaluación de riesgo es el uso de los datos y observaciones científicas para definir los efectos a la salud causados por la exposición a materiales o situaciones peligrosas (NAS 1983). Las preguntas en este sentido son: ¿existe un riesgo por exposición a una sustancia química? ¿qué se sabe de ese riesgo? ¿Quién puede verse más afectado por ese riesgo?.
La evaluación de riesgo consiste en la recolección de datos para relacionar una respuesta a una dosis. Esos datos de dosis-respuesta pueden entonces ser combinados con estimaciones de la exposición humanos u otros organismos para obtener una evaluación completa del riesgo.
En el campo de la salud y del medio ambiente, el riesgo se identifica como la probabilidad de que un individuo o una población presenten una mayor incidencia de efectos adversos a la exposición del peligro (USEPA 2001).
La Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América (NAS 1983), sugiere que la evaluación de riesgos se divida en los cuatro pasos siguientes:
- Identificación de Riesgo
- Evaluación de la exposición
- Evaluación de la dosis respuesta
- Caracterización del riesgo
Por otro lado, el manejo de riesgo es el proceso que permite evaluar diferentes alternativas y seleccionar la acción reguladora más apropiada tomando en cuenta los resultados obtenidos de la evaluación de riesgo, los aspectos sociales, económicos y políticos necesarios para la toma de decisiones. El manejo de riesgo contesta preguntas como: ¿debe preocuparnos este riesgo? ¿Qué debe hacerse al respecto?. El manejo de riesgo consiste en la toma de decisiones para la asignación de recursos de una forma que optimice la protección de la salud y del medio ambiente.
Para poder hacer un análisis de riesgo, podemos utilizar los estudios QSAR permiten realizar predicciones de propiedades químicas y biológicas, que se calculan a partir de una estructura virtual 3D por métodos computacionales, por lo que son un reflejo cuantitativo o describen numéricamente a cada una de las moléculas, por lo cual, no es extraño que su utilidad se centre en el ámbito regulatorio agroquímico. A partir de dichos estudios, se obtiene información valiosa sobre el compuesto químico toxico y/o impurezas que se presentan en las formulaciones de los productos, logrando así, un correcto registro ante entidades regulatorias como COFEPRIS (en el caso de México).
En QSAR Analytics entendemos la importancia de cumplir con los estudios requeridos a la hora de registrar un producto de agroquímica, es por ello que contamos con un récord perfecto de registros obtenidos.
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